\»David Tecles nos sorprenden con su personalidad. Adolescente que lo pasó mal, pero de ese mal, él supo resurgir y afrontar la lucha. Con solo 17 años escribió este texto lleno de sentimientos, valor y superación.\»
Donde surge el mal, siempre aparece el bien para combatirlo.
Recuerdo perfectamente como empezó todo. Me sentía débil como si tuviera algo en mi cuerpo que pesara más de lo normal. Comenzaron a hacerme todo tipo de pruebas, tenía que salirme del instituto sin saber porqué, hasta que un día me dieron respuestas: “LEUCEMIA”. Ese mismo día, 8 de enero de 2007, con tan solo 15 años, ingresé en el hospital de Alicante dejando atrás la vida que hasta ese día conocía (familia, amigos, instituto, etc.).
Todo me quedaba demasiado grande, tenía que luchar por mi vida cuando otros no la valoraban. No sabía lo que se me venía encima y tenía miedo, pero no lo demostraba, para hacer saber a mi madre que todo iba bien y que no se preocupara. Me adapté como pude porque no tenía más remedio que aguantar y ser fuerte. El primer ingreso fue duro y lo pasé bastante mal.
Estuve 40 días aislado sin poder salir de la habitación, el pelo se me caía, perdí la capacidad de andar además de un montón de kilos. No quería escuchar ni el más mínimo sonido, sentía como si nada se moviera, sólo quería dormir para despertarme y pensar que todo había sido un sueño, una pesadilla…pero no fue así. Se me caía el mundo encima pero eso no impedía que siguiera con mis aficiones, solía tocar la guitarra por las tardes cuando me encontraba con fuerzas para poder hacerlo.
Una de las primeras veces que me dieron permiso para volver a casa, decidí conectarme en internet para dar noticias a mis amigos y por casualidad, una chica que conocí en internet un día antes de ingresar, estaba esperando para saber de mí. A ella le resultó raro que yo le hablara de lo que me estaba sucediendo, y con el tiempo fue a mí, al que le resultó raro que ella se enamorara de mí, a pesar de mi situación. Gracias a ella los días eran más llevaderos, me pasaba horas hablando por el móvil. Me mantenía con ánimo gracias a mi buen humor, el cual compartía con doctores, enfermeras, auxiliares y demás personal. Era fácil relacionarse pues todos eran bellísimas personas, A veces me preguntaba por qué me había tocado a mí, pero luego veía a otros niños que se encontraban en la misma situación que yo.
Aprendí a valorar más las cosas, a ver la vida por la otra cara, y a pesar de mi situación viví momentos inolvidables, pues no hay mal que por bien no venga. Pasé un año entero luchando contra la leucemia hasta que me hicieron el trasplante de médula. Ahora he vuelto al instituto, el pelo me ha crecido de nuevo y aquella chica que tantas horas me dio de cariño ahora es el Amor de mi vida y estamos juntos.
Sólo quiero decir que seáis fuertes, que aprovechéis el momento para ver lo bella que es la vida, que no os desaniméis, que todo pasará… y pensad que, donde surge el mal, siempre aparece el bien para combatirlo.
DAVID TECLES RICO (17 AÑOS)